Cádiz en Moto

Dos semanas de lluvias han dejado paso por fin al buen tiempo, aunque con este mes de lluvias nunca se sabe. Este sábado 5 de abril decidimos acercarnos a Villaluenga del Rosario, un municipio de la comarca de la Sierra de Cádiz, dado que se celebraba la VI Muestra de Queso Artesanal, típica de la zona.

La ruta que hemos hecho es la siguiente. Inicialmente el GPS nos puso a dar vueltas por El Puerto de Santa María (?), parece que la opción de evitar autopistas se decanta por cruzar ciudades en lugar de coger carreteras secundarias.

Ruta

Como con el buen tiempo ya hay más horas de sol, salimos de Cádiz bastante tarde, lo que sumado a la locura del GPS hizo que sobre las 14:00 de la tarde estuviésemos por Junta de los Ríos, por lo que nos quedamos a comer en la venta del mismo nombre, donde ya desayunamos una vez

Imgur

Verificando la integridad de las croquetas: todo correcto.

Imgur

Filetaco.

Imgur

Tras la ingesta volvimos a la carretera. Lo cierto es que se nos hacía lejano el camino hasta la sierra, pero al final no fue para tanto.

Imgur

A medida que íbamos llegando a Villaluenga fuimos comprobando que no éramos los únicos en decidir visitar el lugar aquél día: filas de autobuses y coches por las angostas carreteras de la sierra, vehículos cargados de gente ansiosa por probar quesos de toda clase. Nos sorprendió mucho. Al llegar casi no había aparcamiento para coches.

Imgur

Lógicamente para las motos siempre hay un hueco 🙂

Imgur

Al llegar, nos dirigimos a la carpa que habían montado para la muestra de queso, justo detrás de la fábrica de quesos Payoyo.

Imgur
Imgur

La carpa era una nave industrial en la que se dispusieron una treintena de puestos venidos de distintos sitios de la geografía andaluza.

Imgur
Imgur

Había quesos de todos los colores, olores y sabores. Desde los quesos de cabra más tiernos hasta los fuertemente curados para paladares experimentados.

Imgur

Lo cierto es que, a menos que seas un verdadero amante de los quesos, tras probar los de cuatro o cinco puestos acabas con una mezcla en el paladar que ya ni sabes qué estás tomando.

Imgur

Dejamos el barullo de gente y salimos de la carpa principal para dirigirnos al Museo del Queso. Habitualmente cuenta con dos plantas pero para esta muestra sólo habían habilitado la planta baja, con una serie de murales con información del queso en general y del Payoyo en particular.

Imgur

En el resto del pueblo también había otras actividades, como talleres sobre elaboración de queso, aunque estaban todos masificados. La afluencia de gente superó todas nuestras expectativas.

Con eso, decidimos seguir nuestro camino. Todas las veces que habíamos venido a Villaluenga habíamos cogido el mismo camino de ida y de vuelta: Ubrique – Benaocaz – Villaluenga. Esta vez decidimos volver saliendo de Villaluenga por el noreste, tomando la A-374, sin saber muy bien dónde acabaríamos.

Imgur

Los increíbles paisajes fueron sucediéndose. Seguimos la carretera hasta el cruce de Ronda, cerca del Hotel Fuerte Grazalema, en un emplazamiento de excepción. En el cruce tomamos la A-372 dirección Grazalema, y justo a medio camino nos encontramos con una estampa brutal.

Imgur

Pegada a la carretera, la ladera este de la Sierra del Endrinal es prácticamente vertical, convirtiéndose así en un lugar perfecto para la práctica de la escalada. Personalmente nunca antes había visto a nadie escalar una montaña y la imagen es impresionante. Había unos cuatro o cinco chicos escalando.

Imgur

Seguimos nuestro camino y llegamos a un pequeño mirador desde donde pudimos ver perfectamente la población de Grazalema.

Imgur

En ese mismo mirador había ovejas, y gatos!

Imgur

Como teníamos que llegar a Cádiz en menos de dos horas no pudimos hacer más que cruzar Grazalema, prometiendo volver otro día con más tiempo para visitar la ciudad en condiciones. Tomamos la salida oeste, siguiendo la A-372. Y en uno de esas curvas que no te esperas, llegamos al IMPRESIONANTE mirador del Puerto del Boyar. Por muchas prisas que tuviésemos no podíamos dejar pasar la oportunidad de pararnos.

Imgur

Las vistas son tan impresionantes que aún se me pone la piel de gallina.

Imgur

Desde el descansadero se pueden ver varios puntos típicos de la zona, como el salto del Cabrero a la izquierda. El valle entre las Sierras del Pinar y del Endrinal se une a la depresión del embalse de los Hurones y el embalse del Guadalcacín para poner ante nosotros una miríada de kilómetros libres, hasta donde ya no alcanza la vista…

Imgur

…pero sí alcanza la tecnología. Revisando una de las fotos reparé en que, al hacer zoom, es posible ver en la lejanía la ciudad de Cádiz y también Valdelagrana, e incluso llegar a identificar algunos de los puntos más conocidos de la zona. Increíble ser capaces de obtener este nivel de detalle estando a más de 80 kilómetros de distancia en línea recta.

Detalle

Tras la parada decidimos continuar porque, al fin y al cabo, íbamos con el tiempo justo. La carretera entre Grazalema y El Bosque es bastante tortuosa, especialmente antes de llegar a Benamahoma. Al desconocer la zona hay que bajar bastante el ritmo. Pero bueno, al final cruzamos la sierra y llegamos hasta Arcos (curiosamente sin cambiar la denominación de la carretera, la A-372 desde la salida de Villaluenga). Desde Arcos, autopista ligerito hasta Jerez y de ahí a Cádiz.

¡El verano está llegando a pasos agigantados! Para aprovechar el buen tiempo, este último fin de semana decidimos visitar Gibraltar. Pero antes, lógicamente, tuvimos que desayunar. Esta vez desayunamos en el Hotel Las Grullas de Benalup. Por muy poco dinero nos pusieron un desayuno completísimo, hasta una tortilla!

Img

Tras salir de allí tomamos rumbo norte, cruzando el precioso Embalse del Celemín hasta desembocar en la autovía Jerez – Los Barrios. Desde allí empezamos a buscar Gibraltar, porque no había ninguna indicación par allegar hasta estar casi al lado del territorio inglés.

Como sabréis, Gibraltar es un territorio británico situado en la bahía de Algeciras y su principal atractivo turístico, el peñón de Gibraltar, cuenta con una importante afluencia de visitantes debido a su imponencia y puntos de interés. Al ser domingo no tuvimos que esperar nada para entrar, aunque se agradecería algo más de amabilidad de parte de los policías nacionales de la entrada, nada que ver con la simpatía de los policías británicos.

Se dice que el peñón se identifica con la columna norte de las Columnas de Hércules, que en la mitología representaban la última frontera del mundo conocido. Por otro lado, ya en territorio africano, el Yebel Musa suele considerarse como la columna sur, visible en el centro de la siguiente foto.

Img

La subida al peñón es bonita por las increíbles vistas de la bahía y del continente vecino. Recientemente han establecido unas tarifas de acceso, en mi opinión abusivas. Dos adultos y un vehículo, más de 30€. Si vas andando y no visitas las cuevas, 1€ por adulto. Suerte si subes andando. Nosotros íbamos en plan barato, así que subimos andando (yo me quedé a mitad de camino). En otra ocasión pasaremos por el aro y pagaremos para ver las cuevas.

Img

Al ir en domingo la ruta comercial, situada a lo largo de la Calle Real estaba desierta. Las tiendas, que durante la semana ofrecen productos de toda clase a precios más competitivos que en España, estaban cerradas. Estuvimos almorzando en la plaza principal de la ciudad (Casemates’ Square) y luego decidimos abandonar la superpoblación del centro y rodear la península con la moto. Lo cierto es que este camino es lo que más nos gustó de Gibraltar.

Img

En el límite austral del territorio se encuentra Punta Europa, una preciosa zona de recreo que, con buen tiempo, es todo un disfrute. La zona cuenta con un faro y, curiosamente, dos edificios religiosos situados a pocos metros: una mezquita y una iglesia católica.

Img

El día estaba muy despejado y las vistas eran espectaculares, pudiéndose ver la línea montañosa de la costa africana.

Img

Con esto, decidimos concluir nuestra visita. La salida fue rápida, aunque la señalización no es la mejor. De hecho un guardia civil nos llamó la atención porque al parecer había un carril habilitado para motos que no alcanzamos a ver. En definitiva, si queréis visitar Gibraltar y no tenéis intención de comprar nada, id en domingo. Así os ahorráis las kilométricas colas de entrada y salida.

Parece que el buen tiempo está empezando a arrancar, aunque aquí en Cádiz ha venido acompañado de un fin de semana de fuertes vientos de levante., sobre todo cerca de la costa. Por eso, para nuestra salida de este sábado 8 de marzo decidimos ir tierra adentro a la aventura. La ruta que seguimos (o mejor dicho, que «fue surgiendo») es la siguiente:

Salimos de Cádiz y llegamos, por la ap4 hasta la salida de Paterna, pero esta vez nos dirigimos hacia el norte en dirección a El Portal. No llegamos a entrar en la pedanía jerezana, sino que continuamos por la carretera, cruzando el conocido Lomopardo, Estella del Marqués y Torremelgarejo (cuyo artículo en la Wikipedia está ilustrado con una foto que hice en 2011, por cierto).

A partir de ahí nos embarcamos en un relajado camino de curvas suaves, colinas y algunas lagunas. Atravesamos la barriada rural de Gibalbín, ya en el límite de la provincia, y nos adentramos un poco en Sevilla para tomar una merendola en Venta de Alonso.

Tras esto, volvimos un poco hacia atrás y tomamos el desvío hacia Espera. La carretera hasta llegar al pueblo es una gozada, tranquila pero con agradables curvas para la moto.

En Espera nos esperaba la cabalgata de carnaval. Con lo pequeño del pueblo, la avenida principal y algunas calles aledañas estaban cortadas, por lo que decidimos ir a visitar lo principal: el Castillo de Fatetar, situado en el punto más alto de la localidad, desde donde se puede ver la población entera.

La subida al castillo es dura, lo mejor es dejar el vehículo al pie e ir andando. Una vez arriba la vista es impresionante. Al parecer la Ermita, principal cara visible del castillo, tiene más de 1100 años de antigüedad.


Desde el lateral de la cima, mirando al oeste se suceden verdes colinas de terrenos casi vírgenes que se extienden hasta El Cuervo y Lebrija.

Tomamos la salida este del pueblo (CA-402) y encontramos una divertida y revirada carretera que lamentablemente no pudimos disfrutar mucho porque se estaba haciendo ya de noche pero que sin duda es de interés motorístico, porque en los escasos 8km contamos hasta 6 motoristas en dos grupos, más de los que habíamos visto en todo el resto del día.

Bajando a Bornos nos paramos por última vez para contemplar la imponente vista que se nos presentaba, con el embalse de Bornos en el primer plano, Bornos a la derecha, Villamartín y el Coto de Bornos a la izquierda, y como telón de fondo la impresionante sierra de Grazalema con el Pico del Pinar en el centro. Podéis encontrar más información en el interesante blog Entorno a Jerez. La siguiente foto la tomamos justo desde aquí.

Tras las pertinentes fotos panorámicas, decidimos volver a Cádiz. Si bien hasta ahora no habíamos notado el levante por haber tomado carreteras secundarias interiores, al montarnos en la autovía el viento nos dio con toda la fuerza y la vuelta se nos hizo un poco pesada. Pero llegamos!

Hasta la próxima.