Cádiz en Moto

Con el final del verano, el popular espectáculo de la berrea del ciervo comienza en el Parque de los Alcornocales. Los ciervos entran en periodo de celo y hacen muestra de poder con sus graves berridos, que se escuchan en medio de la noche a kilómetros de distancia. En esta ocasión, cruzamos el parque de los Alcornocales parando en varios puntos para escuchar el fenómeno.

La primera parada que se hizo fue en el puente sobre el Guadalcacín del Tempul. Los casi tres kilómetros de agua que separan el puente de la orilla sureste sirvieron como caja de resonancia para los increíbles bramidos de los ciervos. Además, la fase lunar, casi nueva, facilitó que el cielo estuviera especialmente estrellado.

Cruzando el puente, la siguiente parada fue en el Puerto de Galis, justo en el cruce junto a la venta. Allí, de nuevo, se repitieron los sonidos de los animales, esta vez parecía que estuviesen a pocas decenas de metros de distancia. Verdaderamente impresionante.

La última parada la hicimos en el mirador del Mojón de la Víbora. De camino nos cruzamos con tres o cuatro cervatillos comiendo en los arcenes de la carretera, que rápidamente se escondieron en los arbustos al paso de la moto. En el mirador del Mojón de la Víbora no llegamos a escuchar ningún bramido, pero sí pudimos disfrutar de las vistas de Ubrique, que se encontraba en plena feria.