Para despedir el mes de enero hicimos una ruta por la vecina provincia de Málaga, visitando el entorno natural cercano al municipio de Ardales. La ruta para llegar es la que habitualmente se sigue para ir a Olvera, por la carretera que une Arcos y Antequera.
Una vez cruzada la frontera de provincia, el primer pueblo que encontramos es Almargen, desde el que ya se empieza a ver las formaciones montañosas que rodean los embalses que visitamos.
Una vez pasado Almargen, llegaremos al cruce de Teba, municipio que cruzamos para llegar a la vecina pedanía de Huerta de la Cueva, donde encontramos el interesante Tajo del Molino. Formado a lo largo de los años, cuenta con capas de rocas calizas con fósiles del periodo Jurásico, y la notable hendidura central está causada por la erosión del río Almargen.
Una vez superada la pedanía llegamos rápidamente al primero de los tres embalses que reinan en la zona: el embalse del Guadalteba. Una interesante carretera revirada rodea el embalse por la zona norte, dejando a un lado el Mirador de los tres embalses, y llega al nexo donde se ubican las presas de los pantanos.
La unificación de los embalses desemboca en el pantano del Gaitanejo, situado a un nivel inferior y visible en la siguiente foto.
Toda la zona que rodea los embalses se ha aprovechado de una forma magnífica de cara al turismo, en especial gracias al flujo de visitantes del vecino Caminito del Rey. Es posible pasear por todo el límite del embalse sur, y nosotros aprovechamos para hacer un pequeño picnic en la orilla, que se encuentra habilitada también para actividades acuáticas.
Entre los atractivos turísticos de la zona se encuentran la majestuosa Casa del Ingeniero, que no acepta visitas, y el Sillón del Rey, un conjunto monumental hecho de piedra donde el rey Alfonso XIII firmó la terminación de las obras del embalse.
Tras visitar la principal zona de las presas, pusimos rumbo sur, rodeando el borde del Embalse del Conde de Guadalhorce, hasta llegar al cruce hacia El Chorro, aldea parte del municipio malagueño de Álora.
La carretera hasta llegar a El Chorro es preciosa, con unos paisajes vírgenes y un asfalto en muy buen estado. Es una lástima que enclaves como el Puerto de Gáliz no tengan infraestructuras similares en la provincia de Cádiz.
A la llegada a El Chorro nos encontramos con el embalse homónimo, así como las escarpadas montañas que son escenario para el popular Caminito del Rey, de reciente rehabilitación y gran popularidad.
En esta zona se sitúa la Central Eléctrica Tajo de la Encantada. Tiene la característica especial de ser una de las centrales hidroeléctricas reversibles más grandes de España. Trabaja tanto con el embalse de El Chorro, en la parte inferior, como con la Presa de Villaverde, situada en lo alto de la montaña.
Unas tuberías comunican ambos embalses, dejando fluir el agua hacia abajo para hacer funcionar las turbinas generadoras cuando hay necesidad energética, e impulsando de vuelta hacia arriba el agua en los momentos de exceso de electricidad en la red.
En el artículo de la Malagapedia sobre la central encontraréis mucha más información interesante.
Estuvimos viendo la zona de la que se parte para la ruta del Caminito del Rey, y luego tomamos de nuevo el camino hacia el suroeste, camino de Ronda. De nuevo, increíbles carreteras en muy buen estado, con paisajes variados y agradables.
Tras la merienda en Ronda, decidimos volver a Cádiz cruzando la Sierra de Grazalema por el Puerto del Boyar, capturando unas increíbles vistas del atardecer en la serranía.