Cádiz en Moto

En este soleado viernes 8 de mayo la ruta que hicimos tuvo lugar un 50% en Cádiz y un 50% en Málaga. La idea era visitar la famosa ruta Ronda – San Pedro (la A-397), una popular carretera de montaña encaramada en la ladera oeste de la Sierra Palmitera.

Ruta

La primera parada desde Cádiz fue el conocido Puerto del Boyar, que ya hemos visitado en otras ocasiones, donde tomamos el bocata del almuerzo. Como siempre, las vistas desde el Boyar son impresionantes.

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Una vez almorzados y tras disfrutar del paisaje, continuamos nuestro camino, cruzando Grazalema. La intención era seguir por la A-372, pero sin querer acabamos cogiendo la salida norte de Grazalema hacia Algodonales, lo cual al final fue una gran decisión!

Acabamos desembocando en la carretera de la orilla sur del embalse de Zahara, en cuyo cruce hicimos la siguiente foto de la zona montañosa del Puerto de las Palomas y el cerro Coros, donde subimos el año pasado en la III KDD Al Alba.

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Un poco más adelante, a mano derecha, nos paramos a los pies del Cortijo Salinas, que disfruta de un emplazamiento envidiable con vistas a la sierra de Grazalema y Zahara.

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Siguiendo el camino, nos enganchamos en la A-374 hasta Ronda, y de ahí tomamos la A-397, de Ronda – San Pedro. Como ya mencionábamos, se trata de una carretera de montaña con interesantísimas curvas, muy popular entre moteros. Las vistas durante todo el trayecto son impresionantes, sobre todo gracias a que tiene una altura media sobre el nivel del mar por encima de los 900 metros.

Lamentablemente el tráfico es bastante denso al no haber otra vía directa entre las dos poblaciones que une, lo que unido a la afluencia de camiones hizo que el recorrido de bajada fuera bastante lento y pesado.

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A mitad del camino encontramos en una curva la popular Venta El Madroño, famosa parada para moteros y aficionados, en la que la parada es obligatoria. Si tienes suerte, puede que hasta te lleves una foto de recuerdo del fotógrafo de la zona!

Las vistas desde la venta son envidiables.

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Hacia el sur se distingue ya el mar y las poblaciones costeras.

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Para entender bien la magnitud de los paisajes y el emplazamiento de la carretera, echad un ojo a la zona tal y como se ve en Google Earth. Impresiona el trazado de la vía en la ladera.

GEarth

Como la bajada fue muy lenta y pesada por la presencia de camiones y autobuses, decidimos volver a subirla a ver si teníamos más suerte con menos tráfico, y así fue, un trayecto muy agradable y recomendado a toda clase de moteros.

Para alejarnos un poco del mundanal ruido que la edición jerezana del MotoGP estaba causando en la Bahía de Cádiz, este fin de semana decidimos hacer una ruta la otra bahía, la Bahía de Algeciras.

Ruta

Inicialmente tomamos la carretera del Pedroso, siguiendo hasta pasar Paterna y llegar a Alcalá de los Gazules, donde tomamos algo en el Bar La Cabaña. De ahí, bajamos del pueblo y nos enganchamos a la vía de servicio de la A-381, que une Jerez con Los Barrios. Esta vía de servicio, al parecer, servía como antiguo enlace, cruzando de forma sinuosa el Parque de Los Alcornocales. Durante el camino se suceden los majestuosos puentes sobre los que la autovía salva los accidentes geográficos.

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Son dos los embalses que cruzan tanto la autovía como su vía de servicio. El primero de ellos es el embalse del Barbate en su parte más oriental. El segundo de ellos, en la siguiente foto, es el embalse de Charco Redondo, a cuya presa intentamos acceder infructuosamente hace casi un año.

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A la llegada al Puerto de Valdespera, la autovía cruza a través de un túnel, mientras que la vía de servicio hace un rodeo siguiendo la rivera del embalse, junto a la cual encontramos unos antiguos polvorines, ahora tapiados con cemento.

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Ciertamente la zona es un oasis de tranquilidad, solo interrumpido por el zumbido lejano de los coches cruzando la montaña a través del túnel.

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La vía de servicio sigue hasta llegar a la vecina localidad de Los Barrios, momento en el que decidimos saltar de vuelta a la autovía hasta Algeciras. Una vez allí, nuestro primer destino era visitar la Bahía de Getares, al sur de Algeciras. A pesar de la incesante actividad marítimo-industrial algecireña, la playa de la bahía es especialmente atractiva, y según parece sus fondos marinos gozan de la mayor riqueza en cuanto a flora y fauna de toda la zona.

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Siguiendo la línea de costa llegamos a Punta Carnero, el punto más occidental de la Bahía de Algeciras.

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En un extremo encontramos el Faro de Punta Carnero, inaugurado en 1874, que marca el inicio de la Bahía a los navíos provenientes de las aguas atlánticas. Especialmente imponente con la sierra marroquí como telón de fondo. Podéis leer más sobre el faro y su historia pulsando aquí.

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Y siguiendo aún más la carretera de la costa llegamos a la propia Urbanización de Getares, un entramado de apenas cinco calles en las que se disponen numerosos chalets a pie de costa con algunas zonas de servicios.

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Finalizada la primera visita y rondando las tres de la tarde, volvimos al centro de Algeciras, calle Sevilla, para almorzar en la cervecería Gambrinus. Bastante variedad de tapas y montaditos, aunque el servicio no fue para tirar cohetes.

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Tras reposar el almuerzo y la sobremesa, volvimos a la carretera. En lugar de volver por la autovía o por Tarifa, decidimos subir hacia el norte, pasando Castellar hasta llegar a Jimena de la Frontera, donde subimos al imponente castillo.

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Se trata de un castillo levantado sobre ruinas romanas que sirvió como importante elemento defensivo durante la invasión musulmana y cuenta con varias zonas bien diferenciadas.

Una vez dejamos el vehículo en una explanada inferior, y tras subir una calzada empedrada, lo primero que nos encontramos es el Arco del Reloj, que da entrada a todo el conjunto histórico. Junto a éste, los restos de las murallas almenadas

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Es precisamente desde los restos de las almenaras donde se puede contemplar una bonita panorámica del pueblo de Jimena junto a la importante pedanía de Los Ángeles, al fondo a la derecha en la foto.

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El segundo enclave importante dentro del conjunto histórico es el alcázar, que aloja la Torre del Homenaje. Su buen estado general responde a la importante reforma que sufrió tras la toma cristiana.

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La torre cuenta con 13 metros de altura y corona el conjunto histórico. Según parece, en su interior se aloja una segunda torre, de planta poligonal.

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Tras pasar un buen rato admirando las vistas y visitando el resto de elementos de los alrededores (como los aljibes o el cementerio), decidimos marcharnos. El camino de vuelta cruzó Puerto Galis, subiendo hacia Algar y dirigiéndonos de ahí de vuelta a Cádiz.

Cualquiera que haya cruzado del Puerto de Santa María hacia Jerez habrá visto en su camino una hilera de torres de telecomunicaciones en las alturas, justo en el límite municipal entre ambas localidades. Se trata de la Sierra de San Cristóbal, una pequeña zona montañosa con cumbre a 125 metros de altura.

Mapa

Llevaba tiempo queriendo subir a la zona de las torres, que siempre veía cuando cruzaba la zona, y no fue hasta hoy cuando me decidí a adentrarme y conseguir subir. Lo cierto es que me he llevado una grata sorpresa por lo interesante de la zona.

Cogiendo la N-IV, en el km 646 hay un cambio de sentido elevado que conecta a través de un carril asfaltado a la subida hacia la Sierra.

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Creía que arriba solo habría un camino que conectase las torres, pero lo cierto es que hay una gran actividad. Primero, hay varios cortijos desperdigados por la zona, que dan lugar luego una barriada rural, que rodea el primer cúmulo de torres de telecomunicaciones.

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Tras cruzar el poblado, la carretera sorprende por su buen estado, teniendo en cuenta su ubicación, y por lo bonito del paisaje, que bien recuerdan a los que encontramos en los alrededores del Charco Redondo.

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En un momento dado, la carretera se desvía hacia la izquierda, dando lugar a una subida que llega hasta unas instalaciones del Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana. Al parecer, se trata de una serie de depósitos de abastecimiento de aguas, protegidos por un chucho con malas pulgas.

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Volviendo al cruce, la carretera sigue un poco más hasta otro pequeño cruce, sin señalizar, que guarda el verdadero interés de la zona alta de la Sierra: las vistas. Subiendo por el camino se llega a una zona de densa arboleda que nadie ubicaría en esta zona de Cádiz. En medio del terreno se alzan otras dos inmensas torres de comunicaciones, con el letrero Centro Emisor de Jerez de la Frontera.

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Y a medida que nos acercamos al punto geodésico, que corona la zona en su pedestal de hormigón, empiezan a descubrirse las vistas casi a 360º de los municipios de alrededor: se ve Jerez, El Puerto, Puerto Real, Cádiz, incluso San Fernando, Chiclana y Medina en la lejanía. Lástima de no llevar nada más que el móvil para hacer las fotos.

Ya en casa, tras leer un poco, he descubierto que al pie de la Sierra se encuentran excavaciones importantes, así como el cercano Castillo de Doña Blanca, por lo que intentaremos volver cuanto antes para revisar lo que se nos ha quedado por el camino.